sábado, 18 de septiembre de 2010

estadia de miriamen

ESTADIA DE MIRIAM EN MI CASA 1995

La llegada a la guardia del aeropuerto de USA. Me ayudaron a bajar. Seis de la mañana. Mis hijos pensaban que iba a la deriva no recordaba a Miriam, ella estuvo 10 años atrás 9 meses en mi casa y por intercambio cultural, 20 años con dos carreras a cuesta: literatura y medicina. Fueron unos meses inolvidables, siendo de distinta religión, pero las mismas culturas, costumbres, comidas, hospitalidad.
Miryam me trataba como si tuviera su edad, en ningún momento me hizo la diferencia que había, me llevaba a todas las reuniones, al instituto, a San Telmo, a lo del Dr. Mario Cantarine, compartía los bailes, las cenas con todos sus compañeros. En mi casa comíamos las mismas comidas, las mismas frutas y así transcurrían los días.
Una tarde llego la mama Azar para ver donde estaba su hija de 20 años. No podían entender a una argentina que tenia una democracia, débil, con un pasado funesto. Azar llego ¡¡le encanto el lugar, mi pequeña casa ya había decidido ir a un hotel, a pasar unos días con la hija. Con forma elegante y aprendida de Farida, le ofrecí mi cama, los días que estuviera en Buenos Aires, al oír y sentir mi gesto lo acepto, Azar se levantaba de mañana a comprar para el desayuno, y en abundancia(luego con el tiempo comprendí porque compraba tanto, Mahjal, es la forma que agradecían los indígenas) yo lo interpreto por la devolución, que me hizo Azar, tres días después me invito a Chile en avión hasta Mendoza y el Cruce de Los Andes en micro. Algo que no hubiera hecho jamás, fue algo maravilloso, inesperado, distinta religiones, pero éramos personas de la vida y la muerte, semitas humanas, me devolvían el Mahjal, con el viaje al país vecino, solo el cruce fue majestuoso., Conocer las montañas en Chile de arcilla que las habían comprado los Americanos. Los propios indios tenían que pagar la arcilla para su arte tan espontáneo e, innato debían pagar a los americanos su elemento de supervivencia fueron pocos días pero llenos de amor, compañerismo, música y baile me sentía una Diosa en paraíso, que no estaba en mi Llego el día de la partida de Miryam y siempre me decía cuando se case algún hermano vas a venir a mi casa. Pasaron los días y los años, teniendo la dirección de Azar no me contestaron una carta era la como torre de Babel distinto idiomas. Muy de ves en cuando recibía alguna carta de Tailandia, Indonesia cartones o postales voladoras sin saber donde paraba Miryam. Y los años pasaban y yo también atrás de los momentos. Un sábado Miryam me pregunto si podía traer unos amigos quería hacer pizza a la italiana, claro que si le conteste. Por la mañana del sábado compro varios kilos de tomate, y los puso a hervir, iba a hacer la salsa ella y eso le llevaba un par de horas, comenzó a las 10 de la mañana y cenamos a las 2 de la mañana del domingo, yo me fui a dormir y cuando la pizza estuvo lista me llamaron, me levante a saborear ese manjar que hizo esta pequeña. Y un día se fue, con ella leíamos a García Márquez, a Sabato, a Martín, a Borges, ella tenia que rendir en la universidad de filosofía yo la ayudaba con el Español.
Otro recuerdo¡¡ y sigo con la historia que iba a contar del i viaje!!!!!
Fue la tarde que apareció con una bicicleta; hacia todas las idas y vuelta a la facultad del Salvador en bici.
Pero un día que hubo una inundación que pasa pocas veces y ella preparo sus útiles y sacaba la bici:
_Me voy a la facultad de filosofía-me dijo.
_ Vos no salís de aquí solo sobre mi cadáver_ le dije.
_Yo puedo Mati _ me decía. Pero no vas a salir le dije y así fue no salió a pesar del disgusto.

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