domingo, 12 de octubre de 2008

PRESENTACION DEL LIBRO ERASE UNA VEZ

Presenta el libro érase una vez de 27/4/99
Escucha la música. Es mama con sus dedos mágicos tocando el derbeque.

Esta es la hora de bailar.

Mi madre se puso el bantatif: es que es viernes de tarde.

Los chicos bañados, las velas prendidas.

La mesa servida. Mi padre con la copa del adus.

Madre alepina que traes en tus brazos el arroz.

La casa jasidica llamaban los vecinos al patio de la parra, donde se reunían para cantar y bailar.

Ningunas inquisición pudo quitarles el amor, la creencia, los ritos, los mitos.

Trajeron consigo la palabra llena de esperanza que pudieron trasmitir oralmente donde fuera que estuviera.

Mis padres nos dieron amor escuchando cada mañana mientras mama revolvía los huevos y la manteca en la olla de cobre y mi padre se ponía el. Talet.

Mama nos explicaba del rezo, nos hablaba demoisés cuando bajaba del monte sinai.

Era tan convincente como narradora que llegábamos a ver de verdad las tablas luminadas

La palabra construye y crea raíces, decía mama

Jamás se debe olvidar una cultura cuando se la niega uno se convierte en un árbol sin raíz y sin fruto.

Algunas veces se convertían en cherezada con las mil y una noches y nos sentíamos

Sultanas bailando al compás del derbeque. Imaginábamos los palacios y los reyes.

La casa se impregnaba de aromas.

Los perfumes de menta y agua de azahar.

Abstraída en mis pensamientos, una tarde golpearon mi puerta.

Sin conocerme, Hellen me invito a subir en compañía de otros al barco de los.
Recuerdos. Nos sumergió al fondo del mar. Allí, entre las olas que iban y venían,

Hurgamos en el arrecife de la memoria para encontrar la perla que pusimos en este libro.

Con Hellen en el timón, no podíamos naufragar.

Muchas historias rondan dentro de mí sin traducirlas literalmente.

Algunas marcaron mi camino.

Y aun escucho a mi mama sus dichos y proverbios: “si no tienes dinero, estira tus

Pies a la medida del colchón.”Si tienes dudas consulta al más grande y al más chico

Y vuelve a tu pensamiento”. “La piedra que no te guste esa es la que te va a ayudar”.

Nos enseño la generosidad del dar, la ética y el respeto.

Ella tenia la magia de transmitir alegría.

Mis padres ya no están, me dejaron su riqueza: un baúl lleno de tesoros.

Mi madre decía: “el que hereda no muere”.

Y gracias por esa palabra.

El libro Érase una vez sefarad.
Se presenta en el salón Borges Yo lo tenia. Que Presentar a la escritora Helen Gulcosky
Es parte de mi herencia.
MATILDE CHAMI 1999 Buenos Aires

No hay comentarios: